10/9/17

Cosas del agua III. ·"El agua que no moja"·



Demostración de "el agua que no moja", de la empresa 3M.

El agua que no moja

Después de “El cuchillo que corta el agua” y “El agua seca”,  llega  ahora”El agua que no moja”, como último descubrimiento tecnológico para combatir los incendios.

Un nuevo invento incomprensible para mentes de "todo a cien” de la gran mayoría. de ciudadanos acientíficos.


En esta ocasión, aunque la noticia salió en la prensa española en octubre de 2015 –hay que advertir que este invento lo utilizó el ejército americano hace cincuenta años, aunque no tenía aplicaciones fuera de ese ámbito hasta ahora-, para quienes somos legos en materias científicas y técnicas, es igualmente sorprendente e incomprensible, a pesar de ser dos años mayores (aunque la materia gris siga siendo la misma y no haya crecido desde entonces) de cuando salió a la luz pública el invento. Este es la llamada coloquialmente para que  lo entiendan todos, incluso los que no entendemos nunca nada, “el agua que no moja”.

Dicho así a los asiduos blogueros de iAgua, todos  doctos y duchos en temas científicos y técnicos, les parecerá  una noticia caduca que ya conocían y  un invento comprensible, explicable y sencillo. Sin embargo los que somos ciudadanos de a pie “el agua que no moja” viene a ser igual de críptico  que el misterio de la Santísima Trinidad,  dicho con todo el respeto, al que ni siquiera San Agustín pudo descifrar, a pesar de poner todo su empeño en ello mientras se daba un paseíto a  orillas del mar  y veía al niño  que quería  echar, con una conchita, el agua de todo el océano en un pequeño hoyo cavado en la arena, etc., etc., (para quien no  recuerde este episodio se le aconseja leer la obra agustiniana).

Pues bien, parece ser que la empre 3M, (¿el acrónimo querrá decir los 3 Misterios a descifrar: “materia, mente y mundo?)  ha inventado “el agua que no moja”. En realidad es un gas –ya ni siquiera es lo que dice ser, pero aceptemos pulpo como animal de compañía-, que es líquido a la temperatura ambiente y se evapora 50 veces más rápido que el agua, además de que no conduce la electricidad, no es tóxico y tampoco daña los objetos con los que toma contacto.

El nombre de este gas líquido es Nover 1230, en el que se puede sumergir un libro sin que las hojas de papel que lo componen se dañen, ni tampoco un móvil que se sumerja en él sufriría daño alguno. Esta curiosa capacidad le hace ser idóneo para apagar incendios en ciertos lugares en los que el agua podría causar estragos y grandes daños, además del provoca el fuego, al ser apagado éste  usando agua normal, como son los archivos y bibliotecas. Y también en servidores informáticos o archivos físicos e instalaciones eléctricas. Su nombre químico es fluorocetona.

Es respetuoso con el medio ambiente ya que no contiene tóxicos y  tiene una cantidad mínima de carbono.  No produce daños por su ingestión  accidental, ni tampoco su contacto con la piel o los ojos. Sin embargo,  sus  inventores advierten que no es bebible,  ya que sólo es un limpiador y un apagafuegos -no ex extraña esta advertencia, porque hay fabricantes de microondas que advierten que estos aparatos no se pueden utilizar para secar el pelo de los animales domésticos. Es que hay mucho despistado suelto-.  Por ello, es muy importante para los bomberos utilizar  este tipo de productos en la lucha contra  los incendios.

Hay que decir en honor a la verdad, de que esa empresa tiene un largo haber en los descubrimientos que han contribuido a hacer la vida más fácil a todos. A finales de  la década de los 60, por ejemplo, un par de investigadores de la empresa 3M  inventaron un pegamento de “baja adherencia” que sólo  era capaz de pegar débilmente dos hojas de papel, pero que no tenía ningún uso práctico por entonces.. Sin embargo, un ingeniero de la empresa, años después, necesitaba marcar en su libro las páginas que leería en la iglesia,  y decidió  crear unos separadores que se pegaban al papel mediante ese pegamento, y aunque  lo comunicó a otras personas, no tuvo demasiado éxito su iniciativa,  Más adelante, usó esos separadores que había preparado tiempo atrás para  dejar un mensaje en el escritorio de uno de sus compañeros de 3M, quien  hizo igual en la mesa de otros compañeros y, en unos cuantos días, todos estaban usando en el ámbito de dicha compañía lo que hoy se conoce como “Post-It”.
Pues bien, el “agua que no moja” tiene otra curiosa característica, ya que si se introduce la mano en este líquido se puede sentir algo de frío, pero no moja la piel. Un periódico mojado con este producto, a los tres minutos, queda completamente normal y sin sufrir ningún desperfecto.

Después de lo del “agua seca” y ahora “el agua que no moja”, sólo falta el “fuego que no arde”,  “el hielo que calienta”  y “el negro que es blanco” y no es una frase racista –por decir sólo algunos ejemplos-, ,¿o existen ya? Las antinomias en la ciencia y la técnica se propagan como los mosquitos en verano, pero para estos últimos no hay invento alguno que “los mate bien muertos”, como dice un famoso eslogan publicitario.

Aunque ya estamos de vuelta de todo, especialmente los que no hemos ido a ninguna parte, y los avances tecnológicos se han multiplicado exponencialmente tanto en cantidad como en calidad, ya que los descubrimientos e inventos son cada vez más impresionantes, increíbles y, como diría un chico de ahora “alucinas, tío, que te c…”, por lo que estamos siempre alucinados con tanto nuevo invento sin necesidad de topar “tripis”.

Eso le hacía decir al Premio Nobel español, Severo Ochoa, en una entrevista que le hicieron poco antes de morir, que cuando falleciera le gustaría que  pudiera salir cada cinco años de su tumba para leer el periódico y saber las últimas noticias de la ciencia, porque le costaba seguir el ritmo frenético que llevaban los continuos descubrimientos.

Si eso lo decía un Premio Nobel en biología, imaginen lo que pensamos los ciudadanos  acientíficos y de letras (también los hay iletrados y acientíficos, claro) con estas continuas novedades que nos ofrecen los científicos que más bien parecen prestidigitadores sacando un conejo (invento) de la chistera cada dos por tres y sin que nadie pueda comprender cómo se les ocurren esas cosas tan raras, inescrutables para mentes normalitas de todo a cien, e incomprensibles.

No hay que pensar, como en décadas pasadas, que los inventos sólo se refieren a las áreas de la carrera espacial o para la industria bélica que fueron los sectores en los que  se produjeron muchísimos avances en la segunda mitad del siglo XX, y que, después, encontraron multitud de aplicaciones para la vida diaria, como fue el caso de los pañales y el velcro, por ejemplo, (¿los astronautas usaban pañales? ¡qué cosas!). Aunque en la actualidad todos los descubrimientos nos parecen a los ciudadanos normalitos y dedicados a profesiones menos “esotéricas” que la ciencia y la técnica, que todos los inventos siempre se refieren  a la informática, la cibernética y en todo lo relacionado con los cacharritos esos tan monos que nos llevan a mal traer y se han convertido en algo imprescindible para el común de los mortales y sin los que no podríamos vivir, como es internet, por ejemplo.

Sin embargo, este invento del “agua que no moja” y que suena a chiste un poco verderón, parece ser muy útil para los fines antes descritos, aunque nos cueste comprenderlo a quienes somos clásicos y conservadores y sólo creíamos que el agua era líquida y moja, aunque ya ni esas creencias siguen en pie. Imagínense cómo estarán las otras creencias como la de la Santísima Trinidad que ni el propio San Agustin fue capaz de comprenderla y sigue siendo un enigma para la Iglesia.

Uno más que se suma a los muchos que la ciencia y la técnica nos ofrecen a los ciudadanos que los leemos, y no digo comprendemos, y que solo esperamos que todos esas invenciones raras, incomprensibles y contradictorias con las creencias populares y la propia lógica, la semántica, las reglas léxicas y sintácticas, nos hagan la vida más fácil, porque los políticos ya se encargan de hacérnosla cada vez más difícil y complicada.


Por cierto,  a ellos no hay invento que los levante de la poltrona y los mande a su casa a darles la matraca a sus santas esposas que tampoco los soportan. Pero esa sería otra materia de investigación, apasionante, por cierto, para llegar a saber qué producto o adherente los deja pegados al sillón del cargo porque no hay fuerza humana que los despegue del cargo, del sillón, del coche con chófer y de las dietas.. Pero estas son otras historias… 

3/3/17

El agua seca

El agua seca  como recurso eficaz contra el calentamiento global
El agua seca


Buscando en bibliotecas y hemerotecas, actividad predilecta de los literatos, después de la lectura y escritura, y buscando noticias raras y curiosas, pero siempre divertidas, me he encontrado con una perla en el océano profundo de las noticias un tanto insólitas que me llamó la atención y que viene al pairo en cuanto a los temas relacionado con el agua, esa maravilla líquida tan necesaria para la vida. Me pareció sumamente interesante, aunque misteriosa y desconcertante para quienes no tenemos nada de científicos, excepto la enorme curiosidad por conocer las maravillas de la Naturaleza y los curiosos, sorprendente y hasta increíbles descubrimientos e inventos que la ciencia y la técnica nos ofrecen incansablemente.

Si en el artículo anterior y primero de esta serie se hablaba del cuchillo que corta el agua, en esta ocasión, y rizando el rizo de lo incomprensible para los neófitos de la ciencia, va a tratar de un descubrimiento de 1968, pero del que hablaba el periódico ABC, en su sección de ciencia, el 30 de agosto de 2010 y que trata del descubrimiento y posterior uso de la llamada “agua seca”.

Llegados a este punto, y con la estupefacción que provoca una antinomia semejante, decidí hablar, como profana que soy, de ese descubrimiento del que se hacía eco la prensa española, décadas después. El agua siempre se ha considerado “húmeda” como el fuego es caliente y el hielo es frío.  Nunca se ha conocido el fuego frío ni el hielo caliente. Para desdecir esta idea aceptada comúnmente, los científicos inventaron el agua seca, lo que nos deja secas las entendederas a los que no entendemos nunca nada del mágico mundo de la ciencia y, si nos apuran, del mundo seco o mojado, tampoco.

Fue en las fechas en las que se publicó dicha noticia cuando se había demostrado la utilidad del “agua seca” y su inmenso potencial para frenar el calentamiento global de la tierra, por lo que se le puede considerar el invento del futuro.

            Quién en 2010 hablaba de las aplicaciones del agua seca fue el doctor Ben Carter, de la Universidad de Liverpool, quien presentó un estudio en el que analiza a fondo las propiedades de este sorprendente compuesto y realiza unas muy interesantes conclusiones.

Para quienes estén “pez” –ya que hablamos de agua- en este tema, y se pregunten qué es el agua seca, hay que decir que es un compuesto formado por partículas que contienen una gota de agua minúscula, rodeada de una nanocapa de sílice hidrófobo –advierto que no pongo ni una gota de mi cosecha en esta definición-,. Según parece, es “como si se rebozara una croqueta donde la masa interior sería el agua y la exterior, la que le proporciona la consistencia, sería el sílice (que en el fondo no es más que arena)”.

Esto dicho así es entendible para todo tipo de entendederas, especialmente para los “cocinillas”, pues lo que se consigue es un compuesto que tiene el aspecto muy parecido a la harina tanto, en color como en textura. Aunque mucho nos tememos que no estará tan rico como las croquetas.

Ahí no acaba todo, pues según el sabio experto en su informe sobre el agua seca, su mejor cualidad es que tiene la propiedad de absorber y retener más dióxido de carbono –que como sabe la docta audiencia es el mayor gas de efecto invernadero y que es muy importante en el calentamiento global, (de lo que me acabo de enterar ahora)-, en una proporción de hasta tres veces más que el agua no seca, o sea, el agua a secas.

Pero, por si esto fuera poco, afirma Carter que se ha encontrado otra propiedad también muy importante de este compuesto y consiste en su extraordinaria capacidad de ser usada como depósito de gases. Esto convierte al agua seca en un potente agente que puede ser utilizado en la lucha contra el calentamiento global, además de ofrecer una importante opción para el estudio del almacenamiento de gases.

Parece ser que se ha demostrado que un litro de metano se puede contener en seis gramos de agua seca –lo que deja atónito a quien lo lee porque tanto se pueda contener en tan poco-, lo que sucede siempre que las temperaturas no sean demasiado bajas. Igualmente sucede con los líquidos, por lo que el agua seca abre enormes perspectivas de que este compuesto se pudiera usar como un extraordinario medio de transporte para aquellos productos peligrosos o especialmente nocivos, ya que mientras están contenidos en el agua seca son completamente inofensivos.

Además, también ofrece el agua seca otra propiedad que será muy útil para la industria, según afirma el experto que ha realizado el informe en cuestión, y es su capacidad de ahorrar energía necesaria en la fabricación de cientos de productos de consumo. Y esto se explica por su capacidad de ejercer como catalizador en la reacción entre el hidrógeno y el ácido maléico –no sé lo que es, pero tiene un nombre muy sugerente-. De esta reacción se deriva el ácido succínico –tampoco sé lo que es pero tiene un nombre que no resulta tan simpático y ya se sabe que el nombre imprime carácter-, que es un producto muy usado en la industria alimentaria y farmacéutica –es preocupante que comamos esas cosas tan raras y con nombre tan feítos-. El ahorro parece provenir de que, usando el agua seca para dicho fin, no hay que mezclar y agitar a los precursores del ácido succínico –ahora se explica que el pobre sea tan poco agraciado-, lo que es necesario y habitual en dichas industrias. Del uso del agua seca se derivaría un gran ahorro energético y económico a gran escala.

Después de leer este artículos y cumplirse el refrán que dice “No te acostarás sin saber una cosa más” –sobre todo, cuando consiga entender lo del “agua seca” y qué demonios es eso del ácido maléico y el ácido succínico, entre otras lagunas que me provocan estos temas, sobre todo cuando hablan del agua-, tengo que decir que el agua seca me parece encantadora por sus propiedades de ahorro que siempre son tan importantes para las amas de casa y por su importante contribución a la lucha contra el calentamiento global, lo que no es moco de pavo. O sea, que es un invento del que se puede decir que es un todo un chollo, comparable  a los de las rebajas de El Corte Inglés.
Ya sólo me queda una duda al respecto por analogía para que la aclaren los entendidos: Si 6 grs. de agua seca puede contener un litro de metano, ¿para hacer una colada de 5 kilos bastarían 30 grs. de agua seca? El ahorro en “agua mojada” sería considerable y muy a tener en cuenta en las economías domésticas.

Se agradecería  cualquier información al respecto.